15/11/2024.- La Comisión de Colegiados No Ejercientes celebró ayer su acto anual de reconocimiento a los compañeros con 25 y 40 años de colegiación.

Presidido por el decano, Antonio González-Busto, este evento también quiso recordar la figura de quien fuera el impulsor de esta comisión, Carlos Rodríguez de la Torre, fallecido este pasado verano.

El secretario de la Junta de Gobierno y presidente de la comisión, Pedro Paulino Sánchez, fue el primero en acercarse al atril para leer el acta de aprobación de dichos reconocimientos y el homenaje a Carlos Rodríguez de la Torre.

Susana Junquera Díaz, colegiada no ejerciente y amiga del homenajeado, glosó con palabras llenas de cariño y admiración a Carlos Rodríguez de la Torre, de quien dijo ser "familiar, altruista, cameral, diplomático, conciliador, perseverante, bondadoso, buen conversador, hombre culto, disfrutón de la vida, cocinitas, motero, fan de Calamaro y nada amante de la informática", para empezar a desgranar una a una todas esas características personales, ante su viuda y sus hijos, sentados en la primera fila del patio de butacas.

También en primera fila, Carlos Paniceres y Fernando Vilabella, presidente y secretario general, respectivamente, de la Cámara de Comercio de Oviedo, de donde el homenajeado había ocupado, hasta su repentino fallecimiento, el cargo de coordinador general, y Luis Carlos Albo Aguirre, decano del ICA Oviedo cuando se creó la comisión.

La familia de Carlos Rodríguez de la Torre no pudo evitar la emoción cuando todo el salón de actos prorrompió en aplausos mientras subían al estrado a recoger la placa de reconocimiento a su labor de impulso en la creación de la Comisión de Colegiados No Ejercientes, gesto que agradeció con palabras su viuda, María Luisa Fernández.

Tras el homenaje, llegó la entrega de diplomas y distinciones a los compañeros con 25 y 40 años de colegiación y, en nombre de ellos, otro compañero, Gonzalo Riesgo, se encargó de dar las gracias por la creación de la comisión, representando con ella a "una realidad compuesta por mil novecientos profesionales del Derecho, que no ejercemos la profesión de abogado, pero que formamos voluntariamente parte de este colegio, porque estamos plenamente convencidos de que una mayor participación de los colegiados no ejercientes en la vida colegial constituye un elemento claramente enriquecedor en esta casa común de los profesionales del Derecho".

El decano cerró el acto alabando la figura del colegiado no ejerciente, al que le atribuyó dos cualidades, "vocación y cariño", al tiempo que le dedicaba a los compañeros presentes "un agradecido reconocimiento, ánimo en vuestras ocupaciones particulares y éxito en vuestras empresas".

A la finalización del acto se sirvió un vino español en el vestíbulo del colegio, que sirvió para la confraternización de ejercientes y no ejercientes, todos ellos, parte de este Ilustre Colegio de Abogados de Oviedo.